Aunque no a todo el mundo le gusta comer pescado, los nutricionistas recomiendan incluirlo en nuestra dieta entre dos y tres veces por semana. Los expertos afirman que incluir este alimento en nuestra dieta es esencial, ya que aporta numerosos beneficios para nuestra salud. Por lo tanto, es una comida básica que no debemos pasar por alto y de la que podemos beneficiarnos en términos de salud.

Estas ventajas se deben a que el pescado contiene proteínas de alta calidad, minerales como el hierro y el zinc, y ácidos grasos como el Omega 3. De este modo, los expertos señalan que el pescado ayuda al correcto desarrollo y crecimiento de los más pequeños, así como al fortalecimiento de su sistema inmunológico. Ayuda a prevenir y reducir el colesterol alto y las enfermedades cardíacas en los adultos, así como a la regeneración de los tejidos y a la cicatrización de las heridas.

Por todo ello, el pescado es nutritivo, fácil de digerir y rápido de preparar, con una amplia selección de especies para elegir en nuestro menú. ¿Aún necesitas una excusa para comer pescado?

Según un informe de 2010 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pescado tiene beneficios comprobados para la salud, que van desde la disminución del riesgo de muerte cardíaca hasta la promoción de un buen desarrollo neuronal en bebés y niños pequeños cuando lo consume la madre.

El pescado incluye una variedad de proteínas altamente nutritivas que nos ofrecen los aminoácidos vitales necesarios para la reparación, creación y mantenimiento de los tejidos corporales.


Proteínas

El pescado blanco o magro tiene un valor medio de proteínas de 18 gramos por cada 100 gramos. El pescado azul o graso puede tener más de 20 gramos de proteínas por cada 100 gramos de producto. Por lo tanto, 100 gramos de pescado aportan alrededor de un tercio de las necesidades diarias de proteínas.

Grasas buenas para el corazón

Los ácidos grasos omega-3, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), se encuentran en mayores niveles en el pescado azul, como el atún, el bonito, las sardinas, la caballa y el salmón, y se obtienen principalmente del pescado.

En consecuencia, el omega 3 es importante para una salud óptima, según la Organización Mundial de la Salud. Como el cuerpo humano no puede fabricarlo, debe consumirse en cantidades adecuadas, idealmente entre 2 y 3 gramos por semana, o entre una y tres comidas.

Algunas de las actividades fundamentales en las que nos ayuda el omega-3, entre otras muchas, son:

  • Ayuda a aumentar el colesterol HDL (el «bueno») y a reducir el colesterol LDL (el «malo») y los triglicéridos.
  • Ralentiza el deterioro cognitivo; los estudios han demostrado que el aumento del consumo de ácidos grasos omega-3 mejora la capacidad cerebral./li>
  • Reduce la presión arterial.
  • Ayuda al desarrollo de la masa muscular.


Minerales y vitaminas

El pescado tiene un alto contenido en vitaminas y minerales que son importantes para que el cerebro y el sistema neurológico funcionen correctamente. Tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B12), que son importantes para diversas actividades metabólicas, así como para el desarrollo, la función cognitiva, el aprendizaje y la memoria. También contiene niveles significativos de los potentes antioxidantes vitamina A y vitamina E.

Sin calorías y de fácil digestión

Por si fuera poco, el pescado tiene un bajo nivel de grasa, lo que significa que tiene relativamente pocas calorías. Además, al tener menos colágeno que la carne, se digiere más fácilmente.