A mediados de noviembre, se conoció la propuesta de Europa para las cuotas pesqueras de 2022. Una proposición de la Comisión Europea de Pesca que, de momento, no es firme, dado que siguen abiertas las negociaciones con Reino Unido y Noruega. Está previsto, por tanto, que no sea hasta pasado el   cuando se apruebe la propuesta de Europa para las cuotas pesqueras definitivas de cara a la temporada del próximo año. Este consejo está fijado para los días 14 y 15 de diciembre.

A pesar de su carácter inicial, la propuesta de la Comisión Europea, que engloba las cuotas pesqueras y la TAC (Total Admisible de Capturas) no está siendo bien recibida por parte de la administración y el sector gallego, ya que se reflejan recortes en algunas especies muy interesantes a nivel económico y alimentario, como la merluza o el jurel. De hecho, el Parlamento gallego debatió esta propuesta en la Comisión de Pesca de esta semana, llegando a un acuerdo común de que su aplicación práctica podría ser perjudicial para Galicia.

¿Por qué Europa propone cuotas pesqueras?

El hecho de que el sector pesquero no pueda faenar libremente, sin ningún control, tiene una razón sostenible. Cuidar de nuestros mares y de los recursos que de ellos emanan es fundamental para garantizar tanto nuestro ecosistema como la viabilidad del sector a largo plazo. Y dado que la pesca es un sector internacionalizado, donde las flotas de distintos lugares, como la gallega, faenan en aguas de otros países, es necesario establecer una regulación supranacional que establezca cuotas de pesca cada temporada.

Por eso, hace ocho años, desde Europa se creó lo que se conoce como PPC (Política Pesquera Común). Según explica la Comisión Europea, su objetivo es «garantizar que la explotación de los recursos biológicos marinos vivos restablezca las poblaciones de las especies capturadas y las mantenga por encima de los niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible». Para conseguir este fin, la PPC analiza dos cuestiones relevantes:

  • Cómo es el estado de las poblaciones pesqueras en los distintos caladeros y los progresos que se realizan en su explotación.
  • Si hay equilibrio entre la capacidad de la flota de la Unión Europea y las posibilidades de pesca disponibles.

De esta manera, teniendo en cuenta estos parámetros y con el fin último de conseguir mares más sostenibles, la UE establece cuotas de pesca y TACs anuales, como ocurre ahora con esta propuesta de Europa para las capturas pesqueras del 2022.

¿Quién marca si una cuota pesquera sube o baja?

Aunque el organismo encargado de realizar la propuesta y aprobar las cuotas de pesca es la Comisión Europea, esta lo hace en función de las recomendaciones científicas del ICES (siglas en inglés), el Consejo Internacional Para la Exploración del Mar.

Esta organización, que fue fundada en 1902, tiene su sede en Copenhague y se encarga de promover y coordinar los recursos naturales del Atlántico Norte. Entre sus países miembros, además de España, están Bélgica, Canadá, Estonia, Finlandia, Alemania, Islandia, Irlanda, Letonia, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rusia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.

Propuestas para el 2022: recortes de cuotas importantes

Según los análisis científicos de las distintas pesquerías que se explotan en Europa, la Comisión Europea ha formulado una propuesta que no dibuja un horizonte alagüeño para el sector, dado que propone recortes en algunas pesquerías especialmente interesantes para Galicia. De ahí, la negativa en bloque por parte de la política autonómica de aceptar estas condiciones iniciales.

Merluza

Una de las pesquerías que se vería afectada por los recortes de cuotas planteados por la Comisión Europea es la merluza. Se propone un recorte del 18% de las capturas en el Cantábrico, en aguas portuguesas y en el golfo de Cádiz. Es decir, no se podrán pescar más de 6.787 toneladas de este pescado, uno de los reyes de la comida en nuestro territorio y en cuya pesquería trabajan un importante número de buques gallegos.

Jurel, rape y rapante

Otro de los pescados afectados por el recorte de cuotas sería el jurel. La Comisión Europea plantea un recorte del 16% en las capturas de esta especie en las aguas que discurren desde el sur de Fisterra hasta el Golfo de Cádiz.

Sin embargo, dos pesquerías que se salvan de la tijera europea son el rape y el rapante. Para ambas, la UE considera que se podría aumentar el porcentaje de cuota de pesca permtida en las aguas del Cantábrico y el Noroeste, Portugal y el golfo gaditano.

Cigala, puede que la única buena noticia

Siguiendo con la parte positiva de la propuesta europea para el 2022, podría reabrirse la pesquería de la cigala, después de cinco años en veda, ya que, según los científicos, ha mejorado mucho su población. La captura de esta espeice se reabriría en el Cantábrico y en el Noroeste.

Abadejo

Volviendo a los recortes, el abadejo se ve de nuevo afectado por una rebaja de las cuotas de confirmarse la propuesta europea que actualmente está encima de la mesa. En esta pesquería, se propone un recorte del 20% en el Golfo de Vizcaya, es decir, que sólo se podrían pescar 1.185 toneladas.

Esta reducción sería sólo del 10%, que es igual a 149 toneladas, en el Cantábrico y en las aguas portuguesas, así como en el caladero de Azores (182 toneladas).

Lenguado

En lo que respecta a esta pesquería, el mayor recorte se lo lleva el caladero del oeste de Irlanda, que sufriría una caída del 44% en su capacidad de captura, reduciendo las posibilidades de pesca a apenas 19 toneladas de esta especie. Le seguirían las aguas del norte y del centro del golfo vizcaíno, que sufrirían un recorte del 36% (2.179 toneladas), y las del resto de este golfo, Portugal y Azores, que verían reducido el porcentaje de captura al 15%, resultando una cuota de 582 toneladas.

Por lo tanto, de momento el sector rechaza estas bajadas tan abruptas y muestran sus miedos a cómo puede afectar a nuestra flota, especialmente en pesquerías estratégicas como la merluza. Pero de momento, será preciso esperar a que la UE cierre negociaciones y finalmente se apruebe la propuesta definitiva, que se conocerá a partir del 15 de diciembre.