La época navideña está a la vuelta de la esquina y cuanto antes empecemos a preparar las comilonas navideñas de pescado y marisco, podremos ahorrar dinero al comprarlo antes de las previsibles subidas de precios que se producirán a lo largo del mes de diciembre. Aunque todavía es algo pronto para empezar, te dejamos estos consejos para congelar marisco, para que los vayas estudiando y lo tengas claro cuando llegue el momento. Una buena época para empezar con el proceso es durante el mes de noviembre, justo un mes antes.

Así pues, si decidimos comprar por adelantado el pescado y marisco, no nos quedará más remedio que congelarlo. En el último post de nuestro blog os contamos las pautas para congelar el pescado correctamente y de esta vez es turno del marisco.

¿Cómo congelar el marisco?

Lo primero que debes tener en cuenta es que tienes que respetar la cadena de frío, importante para conservar el alimento en unas condiciones óptimas. Además, no todas las especies admiten el mismo método de congelación, por lo que deberás tener en cuenta una serie de pautas.

En este sentido, la seguridad alimentaria y la conservación de las cualidades del producto sólo son posibles si se congelan con un método específico según la especie (os contamos detalladamente más adelante). Por norma general, aunque su sabor es muy distinto al marisco fresco, cualquier marisco puede congelarse. La temperatura debe ser de -18 ºC o menor.

Además, te recomendamos que no guardes alimentos recién cocidos (aún calientes) ni en la nevera ni en el congelador. También debes recordar que no debe guardarse en el congelador marisco fresco (con la temperatura más cálida del exterior) en contacto directo con alimentos congelados, pues por intercambio térmico, el alimento fresco descongela superficialmente el alimento congelado y lo estropea. 

Veamos entonces cómo congelar los diferentes tipos de marisco. 

Congelar bivalvos

La primera norma que debemos recordar es que debemos congelarlos crudos y en vivo, pues de lo contrario perderán propiedades. ¡Mucho cuidado! Debemos prestar atención y revisar que no se nos cuele ninguno muerto. 

Lo ideal es envasarlos al vacío si disponemos de una máquina, pero si no optamos por envolvernos muy bien y apretados con un film transparente, previamente lavados. En el caso de percebes y ostras te recomendamos no congelarlos. 

Congelar crustáceos

En este caso, tendremos que previamente cocer el producto para congelarlo. Después de cocerlo se empapa un paño con el agua de la cocción y con él se envuelve. Luego se le da una vueltas con papel film y lo metemos al congelador. En este caso, aguantan tres o cuatro semanas sin perder su calidad, pero más tiempo no te lo recomendamos, pues estaremos perdiendo calidad en el producto. 

Congelar langostinos, camarones y cigalas

Aquí podemos elegir dos opciones: tanto crudos como cocidos. Los envolvemos en un film ajustado o en una bolsa con cierre hermético.

Para terminar, es importante tener en cuenta que para degustar los mariscos congelados en óptimas condiciones, recomendamos no conservar los productos más de tres meses. 

Foto de freepik – www.freepik.es