La pesca se encuentra en un momento políticamente delicado. El Brexit, las elecciones en EEUU. Y los grandes recortes sobre las cuotas de pesca, que afectan a los caladeros donde operan nuestros pescadores. Además de la incógnita sobre el Gran Sol. Cuestiones cruciales para el sector pesquero gallego. En un momento internacional nada halagüeño. Muchos frentes abiertos en un final de año turbulento. Donde el sector pesquero gallego lucha por el Brexit, en mitad del océano político.
Galicia quiere estar en Europa
La Consellería do Mar de la Xunta de Galicia ha pedido al Gobierno, participar de forma activa y presencial en las reuniones del Consejo de Pesca Europeo. Se está decidiendo sobre las cuotas del año 2021. Y anuncian cambios nada positivos para el sector pesquero gallego. Con una reducción de la capacidad de captura importante.
El peso de la flota gallega en el conjunto de la española es fundamental. Además de la repercusión que tiene la actividad pesquera en otras industrias relacionadas como: la conservera o la congeladora.
Por lo que la Xunta ha pedido al ministro de pesca, Luis Planas, que cuente con ella para las próximas citas en Europa. Una petición a la que le asiste la ley. Una situación crucial en la que el sector pesquero gallego lucha en el océano político, donde navegan los intereses del resto de países miembros.
¿Por qué Galicia no está presente?
El Consejo de Pesca de la Unión Europea (UE) reúne a los ministros de Agricultura de los países miembros. Normalmente, forman parte de la legación otros representantes del sector pesquero. Y como equipo, defienden los intereses de la pesca española ante Europa. Pero la crisis sanitaria ha restringido el número de participantes en las reuniones. Dejando a España coja en las negociaciones.
La Xunta considera que es quien mejor conoce la situación y funcionamiento del sector pesquero gallego. Por lo que la petición al ministro es también un ofrecimiento de ayuda para conseguir el mejor resultado para España en las negociaciones europeas.
¿Qué pasa con el Gran Sol? Otro bache… ¿europeo?
Los armadores gallegos han mostrado su disgusto ante la incertidumbre que se cierne sobre el Gran Sol. Durante el último Consejo de Pesca, celebrado hace unos días, se dejó abierto el asunto de las cuotas. Y temen que la UE sacrifique el caladero para negociar el Brexit.
El caladero forma parte de la historia pesquera de españoles y portugueses. Que tradicionalmente se han trasladado desde las costas Atlántica y Cantábrica hasta las feroces aguas del Norte Atlántico.
Rico en especies, destaca la presencia de merluza, de un valor comercial enorme. Cuya captura ha tenido que redirigirse, en parte, hacia los caladeros africanos en los últimos años. Especialmente, por parte de cefalopoderos que intentaban sobrevivir tras el cese de los acuerdos africanos.
Los barcos gallegos, apodados “los 300” en el siglo pasado, cada vez tienen menos presencia. Y eso, afecta profundamente a la economía.
Brexit duro para el sector pesquero gallego
Los británicos han jugado desde el principio la baza de querer recuperar la soberanía de sus aguas, en materia pesquera. Pero cada vez está más clara su intención de usar el Gran Sol y las cuotas de pesca para los barcos europeos, como moneda de cambio.
Gran Bretaña quiere ser socio ventajoso en el mercado de bienes y el mercado financiero europeos. Pero, como es costumbre desde que entró en la UE, no quiere asumir responsabilidades que le cuesten dinero. Es por eso, que los armadores pedían más del equipo negociador ante Bruselas.
Para evitarlo el sector pesquero gallego, junto con los de otros 6 países quieren que las cuotas de pesca estén ligadas al acceso a los mercados europeos. Y zanjar así el desequilibrio actual.
Flota inglesa, la más lista
La Alianza Pesquera Europea (EUFA), que aglutina 9 países comunitarios con intereses pesqueros (incluye a la Confederación Española de Pesca, CEPESCA) publicó un informe sobre las cuotas asignadas a Gran Bretaña.
Sostiene que, en la última década, se ha beneficiado de 100 millones extra anuales en cuotas de pesca. Y que pretende llevárselas junto con un acuerdo comercial, en su huía de la UE. Preferencias adquiridas desde 1983 cuando se unió a la Política Pesquera Común (PPC).
2 grandes ventajas:
- Las Preferencias de la Haya: se trata de un complemento efectivo del 15,6% de las principales cuotas de pesca del Reino Unido. Es decir, la UE en una decisión política, consideró que los pescadores ingleses debían ser compensados por compartir las aguas.
- Compensación por Pérdidas Jurisdiccionales: otro aumento del 26% de la participación del Reino Unido en las cuotas de pesca de especies fundamentales para ese país. Otra decisión política. Basada en el principio de equilibrar las pérdidas que supusieron para los británicos perder algunos caladeros durante los años 70.
Ambas compensaciones se han mantenido hasta el día de hoy. Y han sido sufragadas por el resto de flotas que conforman la Unión Europea.
Sin acuerdo, todo son problemas
- La flota europea (y gallega) sería expulsada del Gran Sol.
- Barrera para los buques británicos: que quisieran desembarcar en puertos europeos.
- Aranceles para productos británicos: los tiempos y precios aumentarían mucho para que los consumidores europeos puedan disponer de ellos.
- Problemas con el equilibrio medioambiental y las posibilidades de capturas: las especies de interés migran y si los británicos se autoasignan su cuota, sin tener en cuenta otros puntos de captura fuera de sus aguas, puede darse sobreexplotación. Y es cuestión de tiempo que dañe la industria dentro y fuera de Europa.
- Impacto sobre Malvinas y la comercialización
El sector pesquero europeo pide un ajuste a la baja para UK
Representantes del sector pesquero gallego junto con los de otros países comunitarios, han pedido reajustar las cuotas en las nuevas relaciones con Reino Unido. Concretamente volver a la llamada “estabilidad relativa”.
Se trata del modelo de reparto de cuotas de pesca que se ha establecido históricamente entre los pescadores del continente y los británicos. Muchas de las zonas de pesca perteneces a aguas compartidas tradicionalmente. Consideran que debe hacerse una reasignación a la baja para Gran Bretaña, a fin de compensar los años de privilegios.
A lo largo de los años no solo se ha repartido las capacidades de pesca por motivos económicos. Sino también por una cuestión ambiental. Repartiendo las responsabilidades.
Ahora, tras mucho discutir sobre las condiciones de salida de Gran Bretaña. Y con una UE agotada por desgaste en esta “contienda”. Son los propios pescadores, a través de la EUFA los que piden que se mantengan las cuotas tradicionales.
Aranceles americanos, la piedra que aún no sale del zapato
Desde que la Administración Trump pusiera en un brete el comercio bilateral con la UE. Los productos del mar españoles: conservas y productos preparados. Junto con aceite, aceitunas y otros alimentos… Se han visto perjudicados por un sistema arancelario con el que EEUU ha jugado sus cartas (y pataletas) comerciales.
Habrá que ver, si se restablecen las buenas relaciones con la nueva presidencia norteamericana. El ministro Planas ha manifestado su intención de renegociar los aranceles. Pero aún es pronto para saber qué pasará, en vista de los tiempos para la toma efectiva del cargo por parte del nuevo equipo de gobierno estadounidense.
Galicia promueve la exportación
Que la relación con EEUU volviera a una situación amistosa, lejos de aranceles del enfado, supondría un nuevo escenario maravilloso- Sobre todo, de cara a los planes que la Consellería do Mar tiene en mente para ayudar a PYMES en el camino de la internacionalización.
Galicia ya es el exportador de pulpo más valorado en EEUU y el primero de Europa. Pero su actividad exportadora no se ha dirigido solo al otro lado del Atlántico. Los productos del mar procedentes del sector pesquero gallego, están presentes en 121 países.
La idea es ayudar a las empresas a fomentar la exportación de productos transformados, para que puedan beneficiarse de las ventajas de vender fuera de nuestras fronteras. En otros mercados.
Consolidación en el mercado exterior
La Xunta considera que las empresas gallegas van por buen camino. “Galicia exporta más que nunca en el ámbito del mar, con la venta a otros países en 2019, de más de 2.200 millones de euros en productos pesqueros, un 70% más en la última década, y superó la barrera de las 600.000 toneladas exportadas de productos del mar, un 27% más”.
Es por ello que quiere impulsar nuevas oportunidades de negocio en el exterior. Además de ayudar a consolidad aquellas que están teniendo éxito. Donde parece que las pequeñas y medianas empresas del sector pesquero gallego están funcionando muy bien. Un salvavidas para una economía dañada por la pandemia.
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