Galicia, al igual que otros puntos calientes en el mundo, donde existen especies animales con gran interés económico, cuenta con su propio mercado negro. Un negocio rentable que nace de la práctica ilegal del marisqueo furtivo. Una práctica ilegal que se mueve entre la subsistencia y el furtivismo organizado. Difícil de controlar a pequeña escala y comprendido por los profesionales en términos de supervivencia. Y cuyas repercusiones afectan, sobre todo, a los eslabones más débiles en la industria marisquera: las mariscadoras y los ecosistemas locales. Este es un análisis sobre el furtivismo en Galicia, que es una lacra histórica.
¿Qué es furtivismo?
Es la falta de adhesión voluntaria a la ordenación marisquera y a las leyes de pesca. No es solo un asunto de las condiciones en la que se hace la extracción de los recursos del mar. Representa un negocio paralelo en el que se establecen canales de distribución y venta que funcionan como una industria en la sombra.
Hay que tener en cuenta que las actividades pesquera y marisquera no hacen referencia solo a un sector económico sino que, en Galicia, tienen la categoría de forma de vida. Por lo que una alteración del equilibrio afecta profundamente a todos los niveles: económico, social y medioambiental.
Qué sí… y qué no
Pero, ¿qué está aceptado y qué no? Como todo en la vida, la forma en la que se hacen las cosas es determinante. La diferencia entre la necesidad de comer y querer ser más listo que los demás, es tanto moral como legal. Y los daños generados por una y otra forma de furtivismo son, lógicamente, muy distintos.
Un problema con raíces profundas
Los investigadores consideran que el de Galicia es un furtivismo presente en las raíces de la arquitectura institucional de las comunidades marineras. Lo que ha llevado a catalogarlo como una actividad endémica, generalizada y difícil de combatir. Además, son muchos los casos en los que se practica con impunidad. Esto sucede cuando cuenta con el apoyo o la aceptación social.
El furtivismo en Galicia es una lacra en 4 claves:
- Estructural
- Aceptada
- Extendida
- De difícil control
El furtivismo en Galicia es histórico porque es estructural
Existen vías de comercialización consolidadas para el marisco ilegal. La doctora Marta García Mostera, en su trabajo Relevancia penal del furtivismo marino: el delito de marisqueo ilegal, explica que, hay un mercado negro consolidado dispuesto a absorber grandes cantidades de marisco extraído ilegalmente.
Y señala como este mercado está relacionado con redes de venta y distribución con distintos niveles de sofisticación: desde la venta directa a cualquier consumidor hasta “complejas redes de comercialización que involucran a extractores, productores, hosteleros, depuradoras, parques de cultivo e, inclusive, a las propias lonjas y a sus responsables”.
Una actividad ilegal aceptada por uno y por otros
El furtivismo en Galicia es una lacra histórica, en gran medida, por ser aceptada moralmente tanto por consumidores como por profesionales del sector. Aunque de forma distinta.
- Por un lado, las mariscadoras/es son proclives a apoyar a otras mujeres que marisquean sin los permisos correspondientes, para mantenerse a ellas o a sus familias.
- Por otro lado, el consumidor no percibe el daño ecológico ni socioeconómico. Se basa en el precio para aceptar de buen grado marisco extraído de forma ilegal.
Entre lo moral y lo legal
A pesar de que esta práctica va en contra de los intereses de los profesionales con licencia que cumplen con la normativa. Lo cierto es que existe cierta permisividad con los furtivos. No todos son iguales, pero sí se entienden determinadas situaciones de vulnerabilidad personal como: necesidad de comer, mantenerse o sacar adelante una familia. Que hacen que haya cierto perfil de furtivo reconocido y “protegido” en una determinada comunidad.
El problema viene cuando el furtivismo es practicado dentro de la actividad habitual de marisqueo o captura. O bien, como trabajo ilegal. En el primer caso hablamos de personas que, amparadas por sus licencias de actividad y medios técnicos como los barcos que tienen, se hacen con un volumen mayor de producto del que les corresponde.
En el segundo caso, hablamos de personas o grupos que, directamente, juegan al otro lado de la línea que marca la ley. Procurando no ser vistos porque los beneficios de la total y absoluta falta de control son muy altos.
El furtivismo en Galicia: tipos de furtivos
No se trata de un acto aislado. El furtivismo en Galicia comprende muchas modalidades de extracción de marisco al margen del control de la administración. Hay muchos tipos de furtivos:
- Turistas
- Ocasionales
- Supervivencia
- Protegidos
- Negocio ilegal organizado
Turistas
Personas que, aprovechando las circunstancias como puede ser estar en una playa aislada, se hacen con percebes, mejillones o pulpo de forma no controlada y esporádica. El fin suele ser disfrutar una cena gratis.
Ocasionales
Quienes conocen las zonas donde hay buen producto y la actividad de control que hacen tanto las mariscadoras como las autoridades. Sienten la impunidad de estar en su territorio. Este furtivismo se practica tanto para comer como para pequeñas ventas al por menor, con las que sacar un extra.
Supervivencia
Es el tipo de furtivismo practicado por quienes necesitan llegar a fin de mes o mantener a sus familias. Suelen ser personas conocidas por las mariscadoras profesionales que las apoyan. Normalmente, son mujeres, de una zona concreta y que comparten el saber hacer de las profesionales. Y, aunque no cuentan con los permisos ni pagan impuestos, sí respetan las reglas de actuación igual que las mariscadoras profesionales.
Protegidos
Existe un grupo de mariscadores y mariscadoras que, aun teniendo licencia capturan más de lo que deberían. Pero cuentan con cierta cobertura por parte de las cofradías que intentan hacer la vista gorda.
Negocio ilegal organizado: el peor furtivismo en Galicia
- Al decir que el furtivismo en Galicia es una lacra histórica hay que distinguir el tipo de furtivismo más agresivo y con peores consecuencias para todos. Es el organizado.
- Cuenta con infraestructura, desde barcos y material como nasas hasta redes de contactos para la distribución y venta.
- Y es la base de las incautaciones que realizan las fuerzas de seguridad.
- Es un negocio que conlleva un gran beneficio económico al mismo tiempo que esquilma el mar. El furtivismo en Galicia es una lacra por este tipo de “empresas”. No respeta:
- Vedas
- Cuotas
- Técnicas
- Zonas
Dificultad para controlar la extracción ilegal de marisco
Galicia cuenta con una extensa zona donde puede practicarse. Las rías gallegas tienen miles de recovecos y el litoral dibuja zonas que dan amparo a los furtivos. Los servicios de Gardacostas, que dependen de la Consellería do Mar, no tienen los medios suficientes para combatir a los furtivos.
Esto hace que dependan del apoyo de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Son ellos los que hacen las identificaciones y los registros. Y los encargados de las incautaciones.
Malo para el sector y malo para la salud
La Consellería do Mar recuerda a la ciudadanía que el consumo de productos del mar extraídos y comercializados de manera irregular puede suponer un riesgo para la salud al no haber pasado ningún tipo de control que lo avale.
El daño que causa al tejido socioeconómico dedicado a la actividad de forma legal y las posibles consecuencias sobre la salud de la venta de estos productos sin ningún tipo de control sanitario, ni registro de cuándo ha sido capturado o recogido y en qué condiciones. Expone, no solo a quienes hacen negocio ilegal, sino también a quienes lo consumen.
Por eso, pide a los consumidores que no compren producto fuera de los canales legales de comercialización. Además, puede suponer un delito de fraude alimentario.
Top 5 irresistibles para furtivos
La práctica de la extracción de marisco ilegal y Galicia tienen condiciones perfectas irresistibles para los furtivos. De menor a mayor repercusión:
- Se tolera en gran medida
- Tiene un mercado negro consolidado a través de redes clientelares
- Ser pillado es difícil y sale barato en comparación con los daños
- Accesible y fácil de llevar a cabo
- Es muy lucrativo
Pero, está mal. A nivel moral, ecológico, económico y, desde hace unos años penal.
Furtivismo vs pesca ilegal
El furtivismo es un término que se ha utilizado de forma continua para designar la caza ilegal y guarda una estrecha relación con el mercado negro, la violencia y el control de territorios done existan especies animales de gran interés económico.
En las actividades del mar, concretamente el furtivismo en Galicia, hace referencia a la captura o extracción ilegal de marisco. Aunque desde hace relativamente poco, puesto que hasta el siglo XX el marisqueo se ha organizado de manera informal, sin normativa.
Cuando se habla de furtivismo en términos de pesca la expresión correcta es pesca ilegal. Y supone tanto la práctica al margen de las licencias oportunas como: la sobrepesca, el incumplimiento de vedas o el uso de artes y técnicas prohibidas o controladas.
Aunque el furtivismo (marino) ya es un delito penal en España, aún queda mucho camino. Es la pesca ilegal la que más atención recibe, en gran medida, por las implicaciones internacionales que supone. Por eso, la Unión Europea ha desarrollado normativa específica sobre pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y sistemas de control. Incluida la creación de la Agencia Europea de Control de la Pesca (AECP), con sede en Vigo.
Delito penal desde 2015
Hay una diferencia entre la pesca y el marisqueo que marca la percepción que se tiene del furtivismo en una y otra actividad y la dificultad/facilidad con la que se practican: la tradición. El marisqueo ha sido tradicionalmente una actividad autorregulada por las mariscadoras y mariscadores que conforman una comunidad. Con el tiempo aprendieron las mejores técnicas, tamaños y tiempos de las especies para garantizar el supervivencia de todo el tejido socioeconómico local.
Desde 2015, el Código Penal considera el furtivismo en el sector marisquero como un delito penal.
Incautaciones en 2020
Los delitos en el mar son muy difíciles de controlar por las excelentes condiciones que ofrece el medio, sin embargo, el servicio de Gardacostas de Galicia, junto con la Guardia Civil del Mar, Aduanas y otros organismos de vigilancia, están activos en la costa gallega. En parte, también, gracias a la colaboración ciudadana.
En lo que va de año, y con una crisis sanitaria que ha metido en casa a todo el mundo, el furtivismo en Galicia queda representado en las incautaciones por parte de las autoridades competentes, que no han cesado. Desde material como nasas no registradas hasta kilos de distintas especies de marisco extraídas de forma ilegal.
4.000 kilos incautados en 2020
En lo que va de año se han decomisado más de 1.200 kilos de pescado y marisco capturado de forma ilegal. Entre los que se encuentra especies como: centollo, nécora, o bogavante (sobre el que la Xunta ha hecho una suelta de alevines para ayudar a su recuperación).
A ello se suman los 2.800 kilos de almeja japónica incautada por no tener justificada adecuadamente la trazabilidad. En una operación por carretera de un vehículo procedente de Portugal.
Un barco y más de 2.000 útiles de pesca, 15.000 metros de artes de enmalle y 500 nasas.
